los palacios mas bonitos del mundo.

Exóticos, majestuosos o señoriales, todos ellos son hermosos testimonios de la historia de la humanidad y ejemplares obras de la arquitectura más arriesgada. ¿Todavía no lo adivinas? Hablamos de los palacios más bonitos del mundo

 El Palacio de Potala, Tíbet

En nuestra primera parada nos desplazamos hasta el Tíbet, concretamente a la ciudad de Lhasa, donde se encuentra el Palacio de Potala. Esta maravilla tiene una impresionante área de 410.000 m2 y durante siglos fue uno de los escenarios más importantes de la política y la religión del país. En él se pueden distinguir dos grandes áreas: el Palacio Blanco, donde residía el Dalai Lama, y el Palacio Rojo, donde se conservan los restos de los Dalai Lamas y diferentes salas budistas. Se calcula que reúne más de 10.000 objetos de gran interés, además de las hermosas salas decoradas por destacados artistas tibetanos que se encargaron de los acabados de la restauración del S. XVII. Todo esto, y su exótica monumentalidad llamaron la atención de la Unesco que lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1994.

 Palacio de la Pena, Sintra, Portugal

Quizás sean sus vivos colores, su fantástica silueta ganándole espacio al cielo, o la afortunada mezcla de estilos, pero lo cierto es que el Palacio de la Pena de Sintra encierra un misterioso encanto que lo hace inigualable. Fue construido en el siglo XIX y en el conviven los clásicos azulejos portugueses con elementos típicos del romanticismo, como relieves llenos de referencias mitológicas o esculturas de gran simbolismo religioso. Por si fuera poco, se encuentra situado en la hermosa Sierra de Sintra y a sus pies crece un frondoso jardín lleno de especies traídas de todo el mundo. ¿Te imaginas recibir un regalo así de tu pareja? Eso fue lo que hizo el rey Fernando II para demostrar su amor a María II.

3. La Alhambra, Granada, España

Espectacular conjunto palaciego situado en la colina al-Sabika, Granada. Comenzó a construirse en el siglo IX y se caracteriza por su arquitectura de estilo nazarí en la que abundan los elementos decorativos como los arcos y el recubrimiento de las paredes en cerámica o yeserías con hermosísimos dibujos. Son espléndidos también los trabajos de los impecables labrados de madera de los armazones que cubren las cubiertas. Entre sus numerosas salas destacan la Sala de los Abencerrajes y la Sala de las Dos Hermanas por la utilización de la bóveda mocárabe. Actualmente su exotismo y su situación única con sus vistas a los barrios de Albaicín y Alcazaba, la han convertido en uno de los palacios más visitados del mundo. Si te decides a ir debes comprar la entrada con anticipación ya que si las intentas comprar el mismo día es posible que no haya disponibilidad y te quedes ante sus majestuosas puertas.

Palacio Topkapi, Estambul, Turquía

Nuestra siguiente parada nos lleva a conocer el imperio Otomano. Y es que el palacio Topkapi situado en Estambul acogió a los sultanes de este imperio hasta el siglo XIX. Además de su impresionante construcción de 700.000 m2, distribuidos en patios interiores y numerosas habitaciones como el “Salón imperial de El Harén”, destaca su colección de objetos valiosos popularmente conocida como ”El tesoro”. Esta muestra reúne joyas tan deseadas como el famoso diamante del cucharero (nada más y nada menos que un diamante de 88 quilates que había pertenecido a la madre de Napoleón, Letizia Ramolino) o el puñal topkapi, un arma de oro con esmeraldas incrustadas del que se dice que es la más cara del mundo.

Palacio de Nurul Iman, Brunei, Sureste Asiático

Sus formas redondeadas y su exótico estilo persa que le dan cierta ligereza a su construcción no deben confundirte: el Palacio de Nurul Iman de Brunei es el más grande del mundo con sus 1.788 habitaciones y 200.000 m2 de superficie útil. Su nombre significa “Palacio de la Luz de la Fe” y actualmente acoge al sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, y es la sede del gobierno del país. Se finalizó en 1984 y su diseño pertenece al arquitecto Leandro V. Locsin. Como curiosidad se dice que se necesitan 564 lámparas de araña para poder iluminarlo. ¡Puedes deducir cuál es la enorme cantidad de bombillas que precisan? Ni más ni menos que 51.000.

Palacio de Verano, Pekín, China

Lleno de rincones y lugares en plena armonía con el paisaje, visitar el Palacio de Verano de Pekín es un auténtico goce para cualquier viajero. Desde fuera ya se avistan las pagodas en medio de la neblina siempre presente en la ciudad asiática. Pero una vez te adentras, cada espacio es una sorpresa. Desde el Gran Corredor con sus ventanales figurativos que enmarcan el paisaje, su hermosa ornamentación y sus característicos tonos verdes y rojos, hasta el gigantesco lago Kunning ampliado de forma artificial. Pero la construcción que sin duda llama más la atención es el Barco de Mármol, pensado para acoger las majestuosas fiestas de la emperatriz Cixi, que parece flotar eternamente en las aguas del lago.

Palacio de los Vientos (Hawa Mahal), India

¿Qué tendrá el Hawa Mahal o Palacio de los Vientos que siempre consigue sorprender a quien lo contempla? Quizás sea porque al no estar rodeado de jardines se impone de manera directa en medio de la ciudad de Jaipur con sus cinco pisos de altura que desparraman las maravillas del arte rajput. Son hermosos también sus colores de tonalidades rojas y rosas e impresionante el trabajo de los miles de ventanas talladas de forma excepcional. ¿De dónde proviene el nombre? Al parecer las numerosas ventanas no eran un capricho sino un sofisticado sistema de refrigeración: al correr el viento a través de ellas conseguía mantener fresco el edificio especialmente bajo el duro sol del verano.

El Gran Palacio del Kremlin, Rusia

Construido durante el s. XIX, el Gran Palacio del Kremlin se erige frente a las aguas del río Moscova, de Moscú con su basta forma rectangular. En sus 700 habitaciones que incluyen aposentos de antiguos zares como la Cámara dorada de la Zarina, se despliega un sinfín de recursos ornamentales típicos del barroco y del clasicismo, impecables murales y espléndidos muebles, porcelanas de todo tipo, arañas de cristal y relojes extraordinarios. Destacan por su singular riqueza el Salón de la Orden de San Jorge y el de la Orden de San Andrés, reconstruidas entre 1994 y 1998. El único inconveniente es que para visitarlo necesitarás una invitación especial del Presidente o estar dispuesto a pagar una elevada cantidad para una visita privada.

Palacio Katsura, Japón

Como gran amante de la literatura el príncipe Toshihito Hachijoel, hermano del emperador del Japón Goyozei del período Edo, al adquirir los terrenos mencionados en la primera novela japonesa “Genji Monogatari” decidió construir una villa modesta y sencilla a partir de las palabras: “A lo lejos, en el pueblo rural de Katsura, el reflejo de la luna sobre el agua es claro y tranquilo”. A principios de siglo XX, el arquitecto alemán Bruno Taut, descubrió para occidente a esta joya de la arquitectura japonesa medieval. La Villa y su jardín son uno de los conjuntos palaciegos más bellos y mejor preservados del Japón. En la actualidad solo un permiso especial del Palacio Imperial concede acceso a los visitantes. ¡Tendrás que ser muy bueno para meterle mano esta joya de la arquitectura japonesa!